La posición de las manos es una cuestión sumamente importante al momento de aprender a tocar el piano. Los estudiantes suelen ser advertidos por un gran número de autoridades importantes que nunca llegarán a ser buenos pianistas si sus manos no se encuentran, con respecto al teclado del piano, “perfectamente planas”, “un poco arqueadas”, “ligeramente inclinada hacia el pulgar”, pero “ligeramente inclinada hacia el dedo pequeño”; y al finalizar añaden “así es como se ha hecho siempre”.
¿Suena simple no? La causa de todo este embrollo es que, naturalmente, cada técnica de piano recomienda su propia posición de las manos, aquella que mejor se adapta a su estructura. Hubo una razón para tal posición, y debería haberla también para cada “posición normal” de cualquier individuo.
Cualquiera de las posiciones mencionadas anteriormente irá bien con cualquier mano y le ayudarán a una mejor ejecución del piano, pero es realmente absurdo creer que una mano alargada y súper flexible tendrá la misma posición natural que una mano pequeña y estrecha, y que se obtendrán los mismos resultados.
Ahora bien, ubica tu mano sobre el teclado del piano y prueba a decir cuál es la mejor posición y por qué. Si no puedes, y eres un estudiante aplicado de cualquier método de piano, cuanto más pronto obtengas información sobre la anatomía y las funciones de las manos, los dedos, los brazos, etc, de algún libro competente, entonces ganarás más tiempo de práctica.
Uno no puede sentarse a practicar sin tal conocimiento, pues es esencial para la práctica del instrumento, pues nos evitará dolores y ganaremos, como ya dijimos, mayor tiempo.
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